Dancing in the Streets!!

Veinte libras en Londres no dan para mucho, se podría pensar en un principio:
un trayecto de metro: 3 libras, una pinta: 3,60 libras,… y así podríamos seguir hasta agotar por completo nuestro presupuesto.

Pero cuando piensas que por ese dinero “te hacen creer” que estás viendo en directo a Smokey Robinson y sus Miracles, a un impresionate Marvin Gaye, a un jovencísimo Stevie Wonder, a una imponente Martha Reeves, a unos seductores Temptations, a los Four Tops más potentes, la elegancia de las Supremes, … es decir, la plana mayor de la Motown desfilando ante tus ojos repasando todos sus hits… esas 20 libras dan mucho, mucho de sí.

Estoy hablando de “Dancing in the Streets”, una producción de Flying Music que actualmente se está llevando a cabo en Londres después de estar de gira por todo U.K.

Como recordaba en un post anterior, la verdad es que me pasé gran parte del año pasado escuchando la caja de la Motown y cuando en una reciente visita a Londres me encontré con este cartel en los alrededores de Covent Garden no me pude resistir.

Con algo de miedo, recelo y sin querer hacernos muchas ilusiones nos acercamos al teatro.

Desde el principio te das cuenta, y si no, el presentador te hace saber claramente que no estás ante un musical normal y corriente. Esto es una celebración, una fiesta, un homenaje… y las pintas de cerveza que te podías beber durante el show así lo demostraban. Algo un tanto surrealista en un teatro. Como las tarrinas de helado que vendían en el descanso.

La fiesta simulaba ser un concierto, miento, aquello era un concierto en toda regla con una competente banda en directo que recreaba con toda precisión la música original haciendo justicia a los Funk Brothers.

Al estilo de los tours de la época los artista se sucedían sin cesar durante dos horas y media presentados por un divertido showman/cantante que hacía las introducciones pertinentes. Bueno, aquello fue espectacular.

Empezamos con los ojos como platos con Smokey Robinson y su Shop Around o Track of my tears para llegar con la lagrima fácil a las Marvelettes y su Please Mr. Postman. Como no tener la lágrima fácil imaginando el impacto que habían tenido esos artistas en la época, a un tal John y Paul con la oreja pegada a la radio intentando sacar esos acordes o viendo como más de 40 años después esas “same old songs” seguían emocionan a gentes de todas las edades y condiciones.

El final se veía venir. No tuvieron que insistir mucho para que el teatro se pusiera en pie para bailar y cantar durante la última media hora disfrutando de auténticos temazos: I heard it through the grapevine, River deep, mountain high, It takes two, Let’s get it on, Reach out, Standing in the shadows of love, Uptight, ... Para acabar con una salvaje Martha Reeves dándole a la pandereta:

“It's just an invitation across the nation A chance for folks to meet
There'll be laughing, singing, music swinging Dancing in the street
Philadelphia, PA Baltimore and D.C. now Can't forget the Motor City
All we need is music, sweet music There'll be music everywhere
There'll be swinging, swaying, records playing Dancing in the street

Oh it doesn't matter what you wear Just as long as you are there
So come on ev'ry guy grab a girl Ev'rywhere around the world”

Ellos cumplieron con todo lo que promete la canción, se llevaron nuestras 20 libras pero nos dejaron con dos horas y media de felicidad. Y la felicidad no tiene precio.
Que Berry Gordy se lo pague!!