The Killers en la BCN modernista (Parte 1)

El pasado fin de semana asistí, como “acompañante”, al concierto de los Killers en Barcelona. Y me siento un afortunado.
No por tener una de esas entradas agotadas por las que gente ofrecía el doble de su valor a las puertas de Razzmatazz. Sino por haber tenido la suerte, hasta ese momento, de no haberme visto antes en tal situación.

Creo que era la primera vez que iba a un concierto sin sentir la más mínima curiosidad o interés. Los días anteriores ni siquiera tuve el coraje de escuchar una canción entera de su nuevo disco.

Ni qué decir tiene que la sala estaba hasta los topes y que no había visto un público tan entregado desde el primer concierto de los Strokes en aquella misma sala. Si alguien quiere comprobarlo puede mirar aquí

En algún punto del concierto me sentí como en medio de una pesadilla tipo “El show de Truman” pensando: “Esto no puede ser verdad. La gente no puede estar saltando de tal manera ante esta música. No pueden estar coreando a gritos un estribillo que dice “Me dijeron que tenías un novio que parecía una tía” como si les fuera la vida en ello. No puede ser verdad”.
Lo pasé realmente mal. Y la gente apoyándose en mí para saltar (debía de ser el único punto fijo de todo el público) tampoco ayudaba mucho.

Los Killers son muy chungos. Sus bigotes son chungos . Su presencia escénica es cómica. El sonido dejaba mucho que desear y yo ya no daba crédito cuando su "líder" Brandon Flowers (atención al nombre) se dispuso a presentar su supuesto hit: "Jenny was a friend of mine" comentando que en realidad no conocía a ninguna Jenny. Esto resume todo lo que son the Killers para mí. Una increible mentira. Sin personalidad, sin vida, sin carisma y lo peor de todo sin talento.

Mientras tanto, en otro punto de la ciudad, esa misma noche Josh Rouse estaba regalando temazos ante tan sólo un centenar de personas. Y la culpa de no haber estado allí es sólo mía...

Así que lo mejor que pude haber hecho fue dejar la gran ciudad y volverme a mi "quiet town":