Gigolo Aunts: despedida agridulce

Hasta ahora pocos directos se me podían ocurrir más apetecibles que los Gigolo Aunts. Ir a ver a los de Boston suponía apostar sobre seguro, ver a una de las bandas que mejor sabe cómo complacer a su público. Sin embargo, según nos cuentan, esta última gira ha sido la última oportunidad de poder disfrutar de tal espectáculo, ya que suponía la despedida de uno de los grupos más importantes e influyentes del pop de guitarras de los noventa. Y esto es algo que debía saber muy bien el público que el pasado viernes abarrotó la sala El Sol de Madrid hasta colgar el cartel de "no hay entradas".

A eso de la media noche salieron al escenario el entrañable David Gibbs y su banda, con tres guitarras nada menos, entre los que se encontraba Phil Hurley, hermano del bajista Steve, y guitarrista ya de los tiempos de Flippin' Out. El concierto comenzó con Hello, seguida de Mr. Tomorrow y a partir de ahí se sucedieron, con un sonido apabullante y un público entregado, todas las grandes canciones de la banda que uno puede esperar: Half A Chance, C'mon C'mon, Everyone Can Fly, Only You, Let Go o la gran Where I Find My Heaven entre otras, cerrando con The Big Lie antes de comenzar con sus dos bises, que incluirían canciones como Everything is Wrong, coreada a voz en grito por el público.

Super Ultra Wicked Mega Love cerró un concierto de hora y tres cuartos en el que apenas mencionaron su nuevo disco The Pride of Postdam y que más bien fue una excusa para despedirse como dios manda de su público y recordarnos a todos lo grandes que son antes de decirnos adiós definitivamente.

En el fondo todos esperamos que lo de la despedida no vaya en serio y que esta gira haya sido por lo menos the one before the last.